En julio de 2015, tras una filtración pública, se descubrió que seis países de América Latina, Colombia, México, Chile, Ecuador, Honduras y Panamá, habían adquirido en completa opacidad el software espía de la empresa Hacking Team, que podía ser utilizado para infectar dispositivos y robar datos, como llamadas y correos, sin que la víctima se diera cuenta.
Ahora, otros dos gobiernos latinoamericanos se encuentran bajo la polémica por la compra de programas de espionaje: Paraguay y Uruguay, informó el sitio especializado Mediatelecom.
En el caso de Paraguay, un informe publicado por la organización Tecnología, Educación, Desarrollo, Investigación y Comunicación (TEDIC) aseguró que el gobierno de Horacio Cartes, presidente desde 2013, espiaba a los ciudadanos paraguayos a través de Internet.
De acuerdo con CitizenLab, el software adquirido sería FinFisher, que puede encender remotamente celulares, interceptar llamadas en Skype y reconocer quién escribe en un teclado.
Un poco más al sur, Uruguay compró, a principios de 2015, un software de nombre El Guardián, el cual permitiría interceptar llamadas, correos electrónicos y redes sociales.
La compra motivó un intenso debate sobre la legalidad y el alcance de esta herramienta en Uruguay.