Una falla de seguridad en un juguete “inteligente” de Fisher Price pudo permitir que la información de los menores que jugaban con él fuera robada por hackers.
De acuerdo con el diario inglés The Guardian, la compañía de seguridad Rapid7 encontró que la aplicación conectada al juguete tenía varios huecos en su seguridad que permitían a un hacker robar el nombre del menor, su edad, género y otros datos.
El oso de peluche fue anunciado en septiembre de 2015 y tras el conocimiento de las fallas en su seguridad, Fisher Price lanzó un comunicado en el se aseguraba que el error había sido solucionado.
“Remediamos la situación y no tenemos razones para creer que la información de algún cliente haya sido accesada por alguien sin autorización”, se leía en el documento.
Rapid7 respaldó a la compañía al asegurar al diario que tras su descubrimiento Fisher Price había solucionado la falla.