Los próximos Juegos Olímpicos de verano, a celebrarse en Tokio, Japón, en el año 2020, serán los primeros en utilizar un sistema de reconocimiento facial como parte de la seguridad del evento.
El sistema de reconocimiento facial está a cargo de la empresa NEC y utiliza tecnología de reconocimiento facial para identificar rostros que estén captando cámaras de seguridad en vivo al contrastarlos con una base de datos, informó el sitio de noticias Slate. El sistema estará enfocado en los más de 300 mil atletas, trabajadores, voluntarios y periodistas que participarán en la justa.
Durante Tokio 2020, las personas acreditadas tendrán que utilizar tarjetas de identificación y colocarlas ante un lector que compara su rostro con la fotografía, lo que tardará alrededor de un segundo, de acuerdo con un video del diario japonés Japan Times en el que se demuestra su funcionamiento.
Al implementar este sistema, el gobierno japonés continúa con la tendencia de invertir en innovadores y costosos sistemas de vigilancia, supuestamente dirigidos a incrementar la seguridad de eventos deportivos masivos como los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial de Fútbol.
Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, las autoridades rusas presumieron una tecnología que podía detectar asistentes “agitados”, mientras que en Londres 2012, el gobierno expandió enormemente la capacidad de su sistema de videovigilancia en circuito cerrado.
Para el Mundial de Brasil 2014, el gobierno local construyó 12 centros de comando central en las ciudades sede conectados a hasta cuatro mil cámaras de seguridad cada uno, los cuales debían recolectar imágenes y datos para compartirlos con la Policía, el Ejército y las fuerzas de inteligencia del gobierno.
De esta forma, estos megaeventos funcionan para implementar medidas y sistemas de vigilancia de facto, saltándose el proceso deliberativo en el que se analiza su pertinencia financiera o los riesgos que representan para la privacidad de los ciudadanos.