El programa del gobierno federal para la transición a la Televisión Digital Terrestre conlleva un importante riesgo para los beneficiarios, ya que se ha reportado que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha estado recabando datos biométricos para la entrega de televisores sin que exista una justificación clara de por medio. Además, la SCT ha contratado a la empresa privada Código Empresarial S.A de C.V (Human Factor), una firma de consultoría, para la captura y almacenamiento de estos datos; cediéndole la responsabilidad del resguardo de este información.
Para ser acreedor a uno de estos televisores, la persona debe estar adscrita al padrón nacional de beneficiarios en alguno de los programas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Sin embargo, esta dependencia se deslindó de la captura de datos biométricos, señalando que ellos solamente entregan el padrón y que la SCT es la responsable de la toma de datos, que incluyen las huellas dactilares, escaneo de la credencial para votar y solicitud de datos de domicilio del beneficiario.
La SCT ha querido justificar esta acción como una medida para “evitar duplicidades y suplantaciones” en la entrega de televisores. Sin embargo, se supone que los datos personales de los beneficiarios (CURP, comprobante de domicilio, identificación oficial) ya se encuentran integrados en el padrón nacional de Sedesol, por lo que no hay necesidad de recabar fotografías y huellas dactilares.
Ante esta irregularidad, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) indicó el 15 de agosto que inició de oficio una investigación contra la SCT por esta recopilación de datos. De acuerdo con el comisionado Óscar Guerra Ford, “son datos que les llamamos excesivos, la gente puede denunciar cuando se les pide una información que no tiene nada que ver con el servicio que se le está brindando.”
De igual manera, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal ha solicitado a la Secretaría de la Función Pública que indague por qué se hace toma de huellas dactilares en la entrega de televisores. También el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos del Distrito Federal (Infodf) ha considerado como “desproporcionados y excesivos” estos requisitos del programa.
La preocupación sobre este tema está vigente debido a que la SCT planea incrementar la entrega de televisores a un promedio de 80 mil por día durante septiembre, con la finalidad de terminar a tiempo el programa de transición a la TDT. La decisión de la SCT de recabar datos biométricos y resguardarlos con una entidad privada no solo resulta extraña, sino que levanta suspicacias sobre un posible uso ilegal y violatorio de la privacidad de los ciudadanos.