En noviembre de 2023 el Departamento de Justicia de Estados Unidos inició un juicio histórico en contra de Google argumentando que la empresa había infringido la ley al utilizar contratos multimillonarios para ser el motor de búsqueda por defecto en Internet, algo que hacía imposible competir a otros buscadores.
A partir del juicio, el Departamento de Justicia buscaba que un juez federal ordenara a Google la venta de su navegador Chrome, esto con la finalidad de combatir el monopolio que había mantenido Google durante años y que le hacía dominar el mercado de búsquedas y de publicidad en internet.
Ahora, según información de The New York Times, Google ha evitado las sanciones más severas después de que el juez Amit P. Mehta dictaminó que no será necesaria la venta de Chrome, pero en su lugar, la empresa tendrá que compartir sus datos de búsqueda a “competidores cualificados”, algo que según el juez daría un mayor espacio de competencia y resolverá el tema de monopolio, pero que en términos de privacidad, podría dejar expuestas a las personas usuarias que usan los productos de Google.
El juez también impuso restricciones a los pagos que Google realiza para garantizar que su motor de búsqueda obtenga una posición privilegiada en los navegadores web y en los teléfonos inteligentes, esto relacionado a los contratos millonarios que tenía con Apple para ser la opción predeterminada del iPhone en búsquedas, o que favorecía sus propios servicios, como en el caso de YouTube.
Esta sentencia llega en un momento crucial donde los sistemas de inteligencia artificial generativa amenazan con sustituir los motores de búsqueda tradicionales. Incluso el mismo juez declaró en su fallo que la aparición de la IA generativa “cambió el curso de este caso”, mientras Google mencionó en un comunicado de prensa que “La decisión de hoy reconoce lo mucho que ha cambiado el sector con la llegada de la IA, que ofrece a los usuarios muchas más formas de encontrar información.”
Sacha Haworth, directora ejecutiva del Proyecto de Supervisión Tecnológica, criticó que el fallo tomara en cuenta la inteligencia artificial generativa como un factor, ya que a su parecer, Google también es un actor dominante dentro del mercado.
Para Haworth “La búsqueda es una de las vías más relevantes para las futuras consultas de IA, y es evidente que, en lugar de tomar medidas drásticas, el juez Mehta prefirió permitir que Google continuara imponiendo su voluntad sobre internet y nuestra economía, antes que aplicar la ley diseñada para garantizar condiciones equitativas que beneficien al pueblo estadounidense y a las nuevas empresas innovadoras”.
