Lo llamaban “el proyecto secreto” . Un edificio residencial en Polanco servía como oficina para ICIT, una empresa dedicada a enviar información de inteligencia a sus clientes, la cual era provista directamente por la Secretaría de Seguridad Pública federal. Y en medio de todo, se encontraba Genaro García Luna, titular de la secretaría de 2006 a 2012, durante el sexenio del presidente Felipe Calderón.
Una investigación de Univisión Noticias ha expuesto la relación entre García Luna y los empresarios Samuel y Alexis Weinberg, quienes se han dedicado a la comercialización de equipos y tecnología de seguridad israelí en América Latina. Los Weinberg –cuya relación con García Luna se remonta a la década de los 1980, cuando el funcionario trabajaba en el CISEN– vendieron el programa NiceTrack a la Secretaría de Seguridad Pública en 2008, a través de la empresa Nunvav. Según el reportaje, tras dejar la SSP, García Luna ha vivido en una mansión y un penthouse de lujo, ambos propiedad de un consorcio de la familia Weinberg.
De acuerdo con un documento de ventas filtrado a través de WikiLeaks, NiceTrack Location Tracking “transforma datos de localización en inteligencia crítica para misiones […] maneja volúmenes masivos de datos de suscriptores y entrega ubicaciones confiables y precisas en tiempo real”. Entre sus funcionalidades, permite la solicitud de información basada en la localización del objetivo; la definición de perímetros geográficos que alerten ante la presencia de la persona vigilada; o la creación de perfiles de patrones rutinario que notifiquen ante la aparición de comportamientos inusuales.
Otro de los productos de la firma, NiceTrack Target 360º, cuenta con un módulo (Target 360º Internet) capaz de interceptar, analizar e investigar todo tipo de direcciones IP y actividades en línea, “incluyendo redes sociales, foros, chats y correos electrónicos”. La herramienta también cuenta con soporte para intervención y análisis de comunicaciones de voz, móviles y telefonía, así como la obtención de la ubicación geográfica del objetivo en tiempo real, con un sistema de posicionamiento en 3D.
La investigación de Univisión, conducida por la periodista Peniley Ramírez, muestra cómo García Luna utilizó estas herramientas adquiridas por SSP con fines privados. En 2012, la secretaría canalizó al menos a una decena de servidores públicos para trabajar paralelamente en ICIT. Las fuentes consultadas en el reportaje compartieron evidencia de que utilizaron sus cuentas de correo electrónico oficiales de gobierno, durante días y horas laborales, para atender asuntos de la empresa.
De acuerdo con las fuentes, ICIT operó el sistema NiceTrack adquirido por la secretaría, e incluso se ofreció una capacitación para aquellos empleados que no estaban familiarizados con la herramienta, para que pudieran generar reportes diarios “o con la frecuencia que lo requieran”.
“Es bastante preocupante que una herramienta con estas potencialidades estuviera siendo utilizada por personas que no son parte del servicio público, o que sí lo son, pero siendo utilizada para fines privados”, expresó Luis Fernando García, director ejecutivo de R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales, consultado para el reportaje. “Un caso tan claro de colusión y de utilización de herramientas tecnológicas del Estado para fines privados, en beneficio comercial privado, creo que no se ha documentado hasta ahora”.
Para Fernando Martínez, director de responsabilidades de la Secretaría de la Función Pública, el caso de ICIT podría ser investigado, a pesar de haber ocurrido en 2012.