El gobierno chino está avanzando en crear una gigantesca red de vigilancia y control social utilizando millones de cámaras, programas de reconocimiento facial e inteligencia artificial, de acuerdo con un reciente reportaje de The New York Times.
En la actualidad, China se ha convertido en el mayor mercado para tecnologías de seguridad y vigilancia, con más de 200 millones de cámaras instaladas en el país, que aumentaría a cerca de 300 millones para 2020, además de que destinará cerca de 30 mil millones de dólares en los siguientes años en tecnología para la vigilancia, de acuerdo con fuentes citadas en medios estatales chinos.
Los contratos gubernamentales, asegura el diario, están impulsando la investigación y el desarrollo de tecnologías que rastrean caras, ropa e incluso el andar de las personas y los dispositivos como lentes para reconocimiento facial han comenzado a ser utilizados en el país.
El mercado de de tecnologías para seguridad y vigilancia en China ha experimentado un gran crecimiento, con un valor actual de 80 mil millones de dólares, y cientos de empresas nuevas incursionando en este sector.
Muchas de éstas proveen información al gobierno chino; por ejemplo, Eyecool del analista de información de Google Shen Xinyang, la cual comparte cerca de 2 millones de imágenes de rostros al día a un sistema de la policía china llamado Skynet.
Además, se ha documentado el uso de programas invasivos de vigilancia masiva para rastrear la actividad de miembros de la minoría musulmana Uighur y mapear las relaciones que tienen con amigos y familiares.
Sin embargo, el reportaje de The New York Times también señala que en este punto la tecnología y los sistemas chinos están aún lejos de ser tan efectivos como lo señalan las autoridades y el gobierno. Aún así, no deja de ser preocupante el potencial negativo que guardan las tecnologías de reconocimiento facial en manos de gobiernos sin controles democráticos.