La instalación del primer sistema de software para reconocimiento facial en Alemania ha levantado preocupación y críticas de actores políticos y sociales por las graves afectaciones a la privacidad que puede acarrear la implementación del sistema.
De acuerdo con el medio The Local, la estación de trenes Südkreuz es la primera en el país en utilizar cámaras de vigilancia para las pruebas de reconocimiento facial de los transeúntes, aunque en esta primera etapa solo servirá para 300 voluntarios, durante seis meses.
El Ministerio del Interior alemán informó que durante este proceso se probarán tres sistemas de reconocimiento facial en los voluntarios, cuyos nombres y rostros han sido guardados en una base de datos para que sean registrados por las cámaras y comparados con los registros con los softwares.
El presidente de la Asociación de la Barra de Alemania, Ulrich Schellenber, aseguró que el uso extensivo de este tipo de tecnología en espacios públicos, tendría un efecto regresivo en los derechos de los ciudadanos alemanes.
Schellenber también explicó que constitucionalmente no existen fundamentos que apoyen la implementación de estos métodos de forma extensiva.
La oficial de protección de datos de la Comisión de Protección y Libertad de Información de Berlín, Maja Smoltczyk, también levantó la voz en contra de las pruebas, ya que esta tecnología implica un “enorme riesgo de abuso”.
Además, Smoltczyk advirtió que a través de la tecnología se puede ejercer un “significativo control social sobre las personas”.