La vigilancia masiva está afectando cómo disfrutamos Internet

Prácticamente uno de cada dos estadounidenses ha evitado realizar alguna actividad cotidiana en Internet por algún miedo relacionado con su privacidad o seguridad en línea, reportó la última encuesta de la Administración Nacional de Información y Telecomunicaciones de los EE.UU. (NTIA).

La encuesta confirma que existe un patrón cada vez más evidente entre el hecho que una persona deje de expresar o realizar actividades en línea por miedo a la vigilancia y vulnerabilidad de su privacidad.

En el caso de la encuesta del NTIA, un 45 por ciento de los hogares participantes en el estudio (41 mil) decidió no expresarse con una opinión controversial, dejar de publicar algo en redes sociales, comprar bienes o servicios, conducir actividades financieras en línea o hablar de un tema político por miedo a violaciones a su seguridad y privacidad.

De hecho, el estudio revela que las personas al tener dudas sobre su seguridad o privacidad en Internet son más proclives a dejar de realizar actividades en línea.

Un 35 por ciento dejó de realizar transacciones bancarias en línea por miedo al robo de identidad; 33 por ciento dejó de hacer compras en línea por miedo al fraude con tarjeta de crédito o banca y el 29 por ciento de los hogares con preocupaciones sobre recolección de datos dejó de publicar o expresar opiniones políticas o controversiales en Internet.

Recientemente el estudio Bajo Vigilancia: Examinando el Efecto de la Espiral del Silencio a la Luz del Descubrimiento del Monitoreo de Internet por la NSA descubrió que, entre la población estadounidense, la vigilancia masiva y el saber que se está siendo vigilado contribuye a la autocensura en línea y a las actitudes conformistas.

El estudio publicado por el Journalism and Mass Communication Quarterly explica que la “vigilancia en línea del gobierno amenaza a los puntos de vista minoritarios y contribuye al reforzamiento de puntos de vista mayoritarios”.

Esto implica que las opiniones disidentes y minoritarias pueden ser silenciadas, se promueve la espiral del silencio, en torno a un discurso mayoritario u oficialista en un espacio que supuestamente promueve la libertad como Internet, además de un país que se considera como un régimen democrático y garante de los derechos humanos.

La NTIA asegura que su análisis solo araña la superficie de este problema, pero también explica que es claro que se debe desarrollar un mejor entendimiento en la falta de confianza en la privacidad y seguridad y sus terribles efectos secundarios sobre las libertades individuales.

La vigilancia masiva de Internet y sus usuarios está afectando al desarrollo de la misma Internet creen los analistas. Rafi Goldberg analista de políticas públicas de NTIA escribió al presentar los datos: “Pero para que Internet crezca y prospere, los usuarios deben confiar que su información personal está segura y su privacidad será protegida”.


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