El gobierno federal de Canadá debe transparentar qué compañía o compañías son proveedoras de la tecnología de vigilancia que utiliza la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, por sus siglas en inglés) para extraer secretamente información de dispositivos móviles, exigió Ron Deibert, director de Citizen Lab de la Universidad de Toronto, durante una audiencia en el Parlamento de Canadá.
En su intervención, Deibert señaló que si el gobierno de Canadá va a gastar millones de dólares para adquirir este tipo de tecnología, entonces debería imponer condiciones a las compañías sobre estándares de derechos humanos. Además, recomendó al gobierno federal penalizar las compañías de desarrollo de spyware que han facilitado abusos a los derechos humanos y desarrollar guías para evitar contratarlas.
En junio, la Policía Montada reveló al Parlamento que ha utilizado algún tipo de spyware llamado oficialmente como “herramientas investigativas en dispositivos” (ODITs, por sus siglas en inglés) para poder llevar a cabo actividades de vigilancia en dispositivos móviles como escuchar remotamente a través del micrófono, activar la cámara y recolectar información de mensajes de texto o correos electrónicos.
Aunque inicialmente la Policía Montada había reportado que este tipo de vigilancia solo había ocurrido 10 veces entre 2017 y 2018, una nueva revisión encontró que fue utilizada en 32 casos entre 2017 y 2022, en los que se intervinieron 49 dispositivos.
Durante la audiencia, los representantes de la Policía Montada evitaron responder preguntas sobre el origen de las herramientas que utilizan y sus capacidades, citando la necesidad de mantener la integridad de sus operaciones; sin embargo, aseguraron que no se trataba de Pegasus, el infame malware de NSO Group utilizado para espiar a periodistas, activistas, personas defensoras de derechos humanos y la oposición política en decenas de países alrededor del mundo.
Para Deibert, el rechazo de las autoridades a revelar la identidad de la compañía es problemático, debido a las enormes capacidades intrusivas que tienen estos sistemas, a diferencia de una operación tradicional de intervención telefónica.
“El spyware avanzado es a la vigilancia, lo que la tecnología nuclear es a las armas — representa un salto cuántico hacia adelante en sofisticación y poder”, aseguró el investigador, citado por The Globe and Mail.
Las preocupaciones sobre el impacto de las tecnologías de vigilancia, también han llegado a los congresos de otras potencias globales, incluyendo Estados Unidos, en el que a principios de agosto, tres personas entre ellas una víctima de espionaje con el malware Pegasus, rindieron testimonio ante el Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino