Google adopta cifrado end-to-end, pero a medias

May 19, 2016 | Privacidad

Durante su Conferencia I/O Google anunció el lanzamiento de dos aplicaciones de mensajería y videollamadas: Allo y Duo, respectivamente. Una característica destacable de ambas es que cuentan con la opción de cifrado end-to-end.

Lo malo: en el caso de Allo el cifrado no está habilitado por defecto. En cambio, el usuario tiene que activar una opción de “modo incógnito” para chatear con el sistema de cifrado de la aplicación Signal, de Open Whisper Systems.

Por supuesto, después de activarlo, cualquier persona disfrutaría de la privacidad de este tipo de cifrado, que previene que un tercero, incluso en teoría Google, pueda leer la conversación o ver los archivos que se comparten entre los dos dispositivos.

De acuerdo con la revista Wired, la tecnología de Signal, código abierto, que utilizará Allo prevendría también que la aplicación fuera vulnerable a ataques más sofisiticados.

Pero la decisión de Google al hacerlo optativo levanta dudas. Si su hermano Duo cifra las videollamadas por defecto ¿por qué Allo no?

El enfoque propuesto para Allo está seriamente limitado frente al que han propuesto y que ya tienen activo otras compañías como Apple, con iMessenger, Facebook, con Whatsapp, e incluso Viber. Además, el anuncio del cifrado extremo a extremo se plantea para servicios inexistentes aún, ni siquiera para productos que tienen una base masiva de usuarios como Gmail o Google Hangouts.

Analistas y expertos en tecnología y seguridad criticaron fuertemente la decisión de Google no hacer por defecto la inclusión del cifrado. Edward Snowden y Christopher Soghoian emitieron duros señalamientos contra Allo:

 

La carrera de Google para ofrecer cifrado a sus miles de millones de usuarios sigue siendo una en la que va atrás y ve a otras empresas en la delantera. Para la revista especializada en tecnología, la decisión de Google bien podría ser tomado como un mensaje sobre su postura política al respecto de la batalla por la privacidad entre Silicon Valley y el gobierno de los Estados Unidos.

“Una mayor consideración sobre la compañía debería ser el hecho de que el cifrado extremo a extremo no solo previene la vigilancia gubernamental, pero la recolección de datos sobre las conversaciones de sus usuarios — la sangre que alimenta el negocio basado en publicidad de Google”, concluye Wired.


Imagen original de I Am Sargant: Google

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